Los sistemas de ventilación eficientes
Participamos en el programa Innobideak-kudeabide – Proyectos de consolidación 2B para la Gestión y Desarrollo de las personas.
— CLIENTES MANTENIMIENTO
Un purificador de aire seguramente es lo primero que te viene a la cabeza para mantener la calidad del aire en un espacio cerrado. Pero también un sistema de extractor de aire puede ser la solución.
Ambos contribuyen a conservar la atmósfera de un lugar en condiciones óptimas, aunque el tratamiento que le dan al aire es distinto. Para mejorar la calidad de aire puedes emplearlos en conjunto o por separado, dependiendo de las características del lugar. Vamos a hablar de sus principales diferencias y de cómo darle un uso correcto a cada uno. Nuestro objetivo es conseguir que tengas un aire interior más limpio y saludable.
El purificador de aire es un sistema que elimina, mediante varios filtros, sustancias que son perjudiciales para la salud (como virus, agentes alérgenos, polen o polvo). Además, sirve para suprimir olores persistentes como el de la humedad o el humo.
En un espacio interior es útil un purificador porque, aunque pensamos que nos aislamos de los contaminantes y partículas del ambiente exterior, seguimos expuestos a ellos. Este riesgo puede reducirse con ventilación, es decir con la circulación y renovación constante de aire.
El dispositivo captura el aire de la habitación mediante un ventilador. Este aire, que es portador de sustancias y partículas contaminantes, pasa a través de varias capas consecutivas de filtros. Una vez retenidas las partículas en el sistema de filtración, el aire queda depurado y se incorpora nuevamente en la habitación. De este modo el aire se limpia de forma continua y evita la acumulación de impurezas.
Para una mayor efectividad, algunos purificadores de aire incluyen otro tipo de tecnología como los ionizadores y la luz ultravioleta (UV), que sirven para inactivar patógenos.
Filtración HEPA. Los filtros HEPA (High Efficiency Particulate Air) son filtros de alta eficiencia. Esta filtración es ideal para capturar partículas de pequeña dimensión, entre 0,1 y 2,5 micrómetros. Es muy eficiente por su material de composición: fibra de vidrio. Las partículas quedan atrapadas y así elimina polvo, polen, moho, bacterias o virus.
Descontaminador electroestático. También llamado precipitador electrostático, es empleado para reducir la contaminación generada por humos o desechos gaseosos, sobre todo industriales. El aislamiento de partículas es mediante la ionización, por una carga electrostática inducida, para eliminar elementos finos.
Carbón activado. Es muy conocido por su uso doméstico para filtrar el agua del grifo, aunque también sirve para purificar el aire y los gases. Se emplea además el carbón activado como un medio eficaz para reducir los malos olores.
Entre las ventajas derivadas del uso del purificador de aire se encuentran:
La eficacia de un purificador de aire depende de su capacidad y las características del lugar. Es decir, el tamaño del dispositivo y potencia tiene que ser acorde al espacio y el volumen de aire.
Otro factor son las partículas presentes en el aire, por ejemplo, no será lo mismo en una vivienda donde viven mascotas, que en una fábrica donde están presentes determinados gases u otros contaminantes. También afecta el ambiente externo y el grado de mayor o menor contaminación según la ciudad. Para esto, un indicador útil es el Índice de Calidad de Aire (ICA), que nos informa sobre las condiciones, en tiempo real, del aire en determinada localización.
Como regla general, cuantos más metros cúbicos tengamos que cubrir, la potencia requerida será mayor. Por eso es importante encontrar un equipo eficiente, ya que un gasto energético excesivo aumenta los costes y contamina más.
El buen funcionamiento del purificador de aire depende de sus capas de filtros, por lo que su revisión y cambio de manera periódica es fundamental para su adecuado funcionamiento.
De media la vida útil de un filtro HEPA (de alta eficiencia) es entre 6 y 12 meses. Hoy en día es común que los dispositivos cuenten con un indicador sobre el estado del filtro para saber cuándo cambiarlo. De no ser así lo más conveniente es seguir las instrucciones del fabricante, aunque nuestra recomendación es contratar un servicio de mantenimiento en el que se incluye el cambio de filtros.
Una vez definido el funcionamiento del purificador de aire veamos las diferencias con el extractor de aire. Como su nombre indica, la principal función de este último es la extracción de aire dentro de un espacio, principalmente para remplazar el aire viciado, así como para eliminar malos olores o el exceso de humedad.
Pese a que ambas instalaciones son capaces de hacer frente al aire viciado, los extractores simplemente intercambian el aire interior por el exterior, pero no necesariamente generan una mejora en su calidad. No se eliminan contaminantes, puesto que no dispone de filtros.
Por otra parte, en lo que respecta a los malos olores, el purificador de aire cuenta con mayor capacidad para reducirlos ya que se encarga de retener a las partículas responsables. En cuanto al mantenimiento ambos sistemas requieren de un cuidado continuo para garantizar su efectividad y poder asegurar un ambiente limpio.
Asegúrate de tener un espacio libre de contaminantes y mejora tu confort. En navas–sa te asesoramos para la instalación de equipos de ventilación y climatización que cubran tus necesidades. Contacta con nuestro equipo.
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