Cómo implementar un plan de mantenimiento SAT efectivo en entornos industriales
Guía para implementar un plan de mantenimiento SAT efectivo en empresas industriales.
— CLIENTES MANTENIMIENTO
Asegurar el correcto funcionamiento de la climatización es sencillo con un plan de mantenimiento preventivo. Este plan engloba un conjunto de acciones programadas con regularidad, que sirven para analizar y conocer el estado en que se encuentra la instalación. Cada acción tiene el fin de reducir la probabilidad de averías y asegurar su buen estado y operatividad a lo largo de su vida útil.
Como su nombre indica, buscamos prevenir daños, además de minimizar el deterioro del equipo y garantizar su funcionamiento óptimo. La posibilidad de fallos, que pueden derivar en complicaciones mayores, disminuye y evitamos una reparación que implique un mayor tiempo y un gasto económico elevado.
En pocas palabras: prolonga la vida útil, evita intervenciones forzadas y mejora la eficiencia del sistema. Para conseguirlo realizamos el mantenimiento en intervalos periódicos, que abarcan desde una simple inspección visual, hasta la limpieza exhaustiva. Sin olvidar su calibración, la lubricación… entre otras tareas.
Para plantear y aplicar correctamente el plan de mantenimiento preventivo seguimos unos pasos de análisis previos para tener una imagen clara de las instalaciones. Tenemos que conocer su demanda de trabajo, con el objetivo de proporcionar un seguimiento adecuado a su nivel de uso.
En primer lugar, identificamos y hacemos un listado de los equipos activos del sistema de climatización que recibirán el mantenimiento. Una vez conocemos los equipos, definimos las tareas de mantenimiento que requerirán cada uno de ellos, como el cambio de los filtros, la limpieza de las piezas, etc.
Para darle seguimiento llevamos un registro de todas las actividades hechas a cada equipo. Es importante tener todo al detalle y documentado. Conforme realizamos el mantenimiento, apuntamos los ajustes y las mejoras hechas. Del mismo modo, apuntamos las complicaciones o problemas que surgen, para hacer una evaluación e implementar actualizaciones para mejorar el plan.
Por último, definimos la frecuencia de las operaciones de mantenimiento preventivo para cada uno de los equipos o sistemas, ya que pueden diferir de uno a otro. Una vez establecidos los plazos, creamos un calendario de mantenimiento para no pasar por alto ninguna operación asignada.
La inspección visual:
Observamos cada detalle para ver si existen daños como la corrosión, fugas u obstrucciones. Además de ver el estado general de los componentes tanto en la parte interna como en la externa.
La limpieza:
Los filtros en el sistema de climatización ayudan a limpiar el aire y mejorar su calidad. Como consecuencia, estos acumulan todas las impurezas, por lo que es necesaria su limpieza o su reemplazo, así como eliminar todos los residuos presentes en la maquinaria.
Los niveles de refrigerante:
Para mantener un nivel adecuado, no tiene que estar por debajo de las recomendaciones del fabricante. Esto depende de las especificaciones de cada modelo, por lo que no hay una medida estandarizada. Comprobamos que no hay fugas y reparamos en caso de que sea necesario.
La comprobación de las partes eléctricas:
El uso constante y continuado de componentes eléctricos genera una mayor probabilidad de averías en el sistema de climatización. Para evitarlo, inspeccionamos y ajustamos las conexiones eléctricas y lubricamos las piezas móviles del sistema. Por último, verificamos el funcionamiento de los controles como el termostato y los interruptores de encendido y apagado.
La calibración:
La lectura de los valores de la climatización pierde precisión con el paso del tiempo. La solución es calibrar los sensores y el termostato para tener un mejor control de las temperaturas.
La prueba final del sistema:
Por último, para corroborar el buen funcionamiento, testeamos el sistema en distintas configuraciones y modos predeterminados, como por ejemplo el “eco”. La salida de aire tiene que ser uniforme y tener una temperatura adecuada, según la configuración. En caso contrario, investigamos de dónde procede el fallo.
Existen diversos tipos de mantenimiento, pero en general entendemos un mantenimiento como revisiones periódicas del equipo. Un análisis que nos ayuda a saber las condiciones del sistema: su rendimiento, la eficiencia energética, el desgaste, las emisiones de CO2… Es diferente un plan de mantenimiento preventivo que uno correctivo o predictivo. Su diferencia radica en la planificación. Recomendamos distintas frecuencias según las condiciones y las necesidades por su nivel de uso. Otros de los factores que influyen en su temporalidad son las características del equipo y el tipo de instalación (interior o exterior), su exposición a factores ambientales, las normativas aplicables o las recomendaciones del fabricante… entre otros factores.
En navas-sa estudiamos al detalle cada caso para adecuar el plan de mantenimiento preventivo. No hay una fórmula estándar para las revisiones. Nos adecuamos a tu equipamiento para ofrecerte el mejor servicio para tu climatización.
Conocemos lo importante que es un plan de mantenimiento preventivo, pero queremos que además te aporte seguridad y confianza. Por eso vamos a detallar múltiples beneficios que supone realizar un plan de mantenimiento en tus instalaciones:
Un plan de mantenimiento preventivo requiere también de revisiones y ajustes, ya que el equipo de climatización no es igual tras el paso de años. Cada cierto tiempo lo actualizamos para asegurar un plan adaptado a las condiciones y circunstancias en las que se encuentra el sistema.
Conoce más acerca de los mantenimientos SAT que te ofrecemos en navas-sa para un servicio de calidad y precisión. Con el mantenimiento preventivo puedes planificar y mantener las condiciones óptimas de tu sistema de climatización el mayor tiempo posible. Consulta nuestros servicios de mantenimiento técnico y no dudes en preguntarnos sin compromiso.
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