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¿Cuáles son los tipos de aislantes acústicos más utilizados?

Aislantes acústicos

Existen numerosos tipos de aislantes acústicos, pero ¿cómo elegir el mejor? Antes que nada, es fundamental entender qué es el aislamiento y tener claro el fin por el cual queremos aislar acústicamente un determinado espacio.

El aislamiento acústico consiste en atenuar los ruidos existentes en el entorno, por lo que aislar una estancia supone imposibilitar la propagación de ondas sonoras, ya sea para evitar la penetración de ruido externo o impedir que el ruido del interior se escuche en el exterior.

El objetivo es reducir los ruidos no deseados y mejorar el sonido del espacio. Pero las necesidades de cada lugar varían según sus características y condiciones. No es lo mismo la insonorización en un restaurante, que en una oficina o en la zona de montaje de una empresa. Aunque hay algunos elementos imprescindibles que debes tener en cuenta.

Lo ideal es contemplar los distintos factores que intervienen en la acústica como la disipación de sonido, la resonancia del lugar, la distancia entre la fuente sonora y las superficies o la atenuación de ruido por masa. Además de conocer la funcionalidad de los distintos aislantes acústicos, de modo que se aprovechen al máximo y se logre una insonorización eficiente que se adecue a las necesidades y objetivos buscados. 

Categorización de los aislantes acústicos

El aislamiento acústico funciona como una barrera que dificulta el paso del sonido de un lugar a otro. Esto se puede lograr empleando distintos materiales que se clasifican en: fonoaislantes, fonoabsorbentes y difusores.

  • Fonoaislante: son materiales capaces de rebotar el sonido por su alta densidad y rigidez. Pueden reducir o bloquear por completo el ruido, ya que resisten las vibraciones que llegan de forma directa.
    Ejemplo: acero, plomo y hormigón.
  • Fonoabsorbentes: son materiales porosos que tienen la capacidad de absorber las ondas sonoras, reducir la reverberación y eliminar resonancias y ecos. Se logra mejorar la calidad acústica y transformar el sonido retenido en calor.
    Ejemplo: poliuretano y lana de roca.
  • Difusores: estos materiales logran un efecto peculiar, ya que dispersan las ondas sonoras en múltiples direcciones para evitar la concentración de sonido en puntos específicos como las fuentes de origen. No hay focalizaciones y la redistribución de sonido es homogénea.
    Ejemplo: paneles de madera, con relieve.

Fenómenos acústicos en el espacio

La elección de los tipos de aislantes dependerá de los fenómenos acústicos existentes en el lugar que queremos evitar. 

  1. Ruido de impacto: sonido generado por las vibraciones de un objeto debido a su impacto contra otro.
  2. Ruido aéreo: propagación más común mediante ondas sonoras de un lugar a otro a través del aire.
  3. Reflexión: mayor intensidad del ruido por el rebote de ondas sonoras sobre una superficie.

Los sistemas de aislamiento pueden aplicarse en distintas superficies como paredes, techos y suelo, que por su disposición (planas y paralelas) provocan un reflejo excesivo de sonidos. O en instalaciones que generan ruido. 

A continuación, hablamos de los aislantes acústicos más utilizados.

Los aislantes acústicos más utilizados

Existen ciertos tipos de aislantes acústicos que son los más utilizados para la insonorización de espacios. Cada uno de ellos tiene unas aplicaciones específicas. Recuerda que no necesariamente por ser los más utilizados tienen que ser los más convenientes para ti. 

  1. Espuma acústica: material ligero y poroso que absorbe las ondas sonoras. Tiene un diseño especial y la densidad justa para desviar y amortiguar los sonidos no deseados. Se utiliza en lugares donde se necesita controlar la reverberación y el eco, consiguiendo una mejora en el sonido.
  2. Fibra de vidrio: paneles que, pese a su ligereza, tienen una absorción acústica capaz de disipar el ruido de manera bidireccional. Se recomienda para reducir el sonido de propagación aérea y se instala en paredes, techos y fachadas. Son una opción segura al ser un material no combustible y funcionan como aislante térmico.
  3. Paneles acústicos: una versión estética de la fibra de vidrio y la espuma acústica y están disponibles en distintas formas, colores y patrones. Su formato habitual es una estructura plana y delgada, perfecta para colocar en paredes o colgar en techos. Mejoran el acondicionamiento sonoro y absorben la humedad, evitando la generación de moho. 
  4. Vinilos de alta densidad (MLV): se trata de un recubrimiento acústico con goma densa, utilizado para la insonorización de la maquinaria y vehículos o aparatos electrónicos como electrodomésticos. También puede ir adosado a suelos, paredes y techos.
  5. Aislantes estructurales: sirve para todo tipo de elementos insonorizados que se usan en la estructura de la edificación, como ventanas, puertas acústicas, amortiguadores, paredes, forjados y suelos. Pueden reducir las vibraciones y minimizar la propagación de sonido por absorción o reflexión. 
  6. Paneles de madera: aislantes acústicos que por absorción disipan el ruido a través de su superficie porosa. Puede utilizarse en paredes y techos y estéticamente quedan bien. Existe una variación de paneles perforados, más comúnmente usados para auditorios y teatros, que además logran la difusión de sonido.

Es importante elegir una solución que se ajuste a tus necesidades. El equipo especializado de navas-sa puede realizar una evaluación detallada y ofrecerte las opciones de aislantes acústicos más efectivas para tu espacio.

Otros factores a considerar

Recuerda que no todo depende del tipo de aislante acústico que emplees. Es importante considerar también su densidad y espesor según la capacidad que se requiera y la calidad del material utilizado.

Para mantener la eficiencia del aislamiento acústico es indispensable la supervisión del espacio y su mantenimiento. Pueden surgir huecos o fisuras en la construcción, deterioros en paredes y techos o incluso que el sellado de una ventana o una puerta no esté bien, derivando en la entrada y salida de ruido indeseado. 

Una vez identificados los fallos, se tiene que evaluar de nuevo si hay fugas de sonido existentes o áreas vulnerables que perjudiquen la insonorización. 

Como medida complementaria se pueden agregar elementos como cortinas gruesas, muebles tapizados o materiales de amortiguación en las paredes para mejorar la insonorización y la calidad del sonido interno.

Un aislamiento acústico no solo brinda bienestar. Existen numerosos beneficios y motivos para adecuar tu espacio. Olvídate de los ruidos molestos y disfruta de un entorno tranquilo. 

En navas-sa podemos ofrecerte soluciones personalizadas que garanticen la máxima eficiencia en la reducción del ruido. Contáctanos.

29 de mayo de 2023

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