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La importancia de las revisiones periódicas en equipos de climatización

Revisiones periódicas en equipos de climatización

El confort interior es un requisito básico en viviendas, oficinas y espacios comerciales, y los sistemas de climatización juegan un papel fundamental para conseguirlo. Sin embargo, muchas veces se descuida un paso esencial: la revisión periódica. Explicamos por qué estas revisiones son una inversión en seguridad, eficiencia, durabilidad y bienestar. Aprende cuándo hacerlas, qué implican y qué beneficios obtienes.

¿Qué entendemos por “revisiones periódicas” en climatización?

Las revisiones periódicas, dentro del mantenimiento preventivo, consisten en inspecciones programadas para evaluar el estado del equipo, detectar anomalías incipientes y aplicar los ajustes o las limpiezas oportunas. No esperan a que ocurra una avería, se anticipan a ella.

En contraste, el mantenimiento correctivo actúa cuando ya existe un fallo que debe ser reparado. También existe el mantenimiento predictivo que monitorea los parámetros (como vibraciones o consumos eléctricos) para anticipar fallos antes de que aparezcan los síntomas evidentes.

A nivel estatal existe el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE) que establece obligaciones sobre el mantenimiento y las inspecciones dependiendo del tipo de instalación, su potencia y tipología. Este reglamento, recogido en el Real Decreto 178/2021, establece que la conservación de los sistemas térmicos es responsabilidad del titular o de quien explota la instalación, y que su incumplimiento puede derivar en sanciones y riesgos para la seguridad.

Las inspecciones de sistemas de climatización con potencia elevada o instalaciones comunitarias pueden variar las periodicidades reguladas por normativa según las comunidades autónomas. Además, algunas garantías comerciales exigen que el equipo haya sido sometido a mantenimientos a intervalos regulares para que permanezca vigente.

¿Por qué son esenciales estas revisiones?

Más allá del cumplimiento legal, la experiencia demuestra que los beneficios de una revisión periódica son tangibles y medibles. Un equipo de climatización mal mantenido puede generar riesgos reales. Por ejemplo, la acumulación de polvo, hongos y bacterias que contaminan el aire interior, causando alergias, problemas respiratorios, e incluso proliferación de legionela o mohos. Pueden evitarse fallos eléctricos, al detectar a tiempo conexiones defectuosas o el desgaste en componentes que pueden derivar en cortocircuitos o incluso incendios. Por tanto, más allá del confort, las revisiones son un guardián de la seguridad.

Cuando un sistema funciona sin obstrucciones, bien calibrado y limpio, necesita menos energía para alcanzar el mismo rendimiento. Un mantenimiento adecuado reduce el consumo energético porque al detectar fugas de refrigerante, fallos en los ventiladores o problemas en intercambiadores, evitamos que el sistema trabaje “forzado”, lo que impacta de forma directa en la factura eléctrica (entre un 5 y un 20% anual).

Los componentes mecánicos y eléctricos están sujetos a desgaste continuo. Una revisión periódica permite reemplazar las piezas que van llegando a su límite (lubricación, correas, rodamientos, juntas) antes de que fallen por completo. Esto retrasa la necesidad de reemplazar equipos completos, lo que aumenta la vida útil de los equipos.

Detectar un fallo menor a tiempo (como una válvula con fugas) evita que escale a una avería mayor que implique piezas costosas o incluso la paralización del equipo. El coste de mantenimiento preventivo es menor del que suponen las reparaciones de emergencia.

Sin olvidar la parte de confort que supone tener el equipo de climatización bien ajustado:

  • La distribución uniforme del aire, sin zonas calientes y otras frías.
  • La reducción de ruido, al evitar molestas vibraciones.
  • Un aire más limpio, ya que se libera de partículas y alérgenos.

¿Cuándo y con qué frecuencia hacer las revisiones?

Para equipos con menos de 70 kW y mayores de 12 kW, en viviendas es habitual una revisión cada dos años y para el resto de instalaciones las revisiones son anuales, con supervisión remota continua y siempre que haya garantías de seguridad y eficiencia energética. Para instalaciones con potencias superiores a 70kW, la frecuencia aumenta, según la normativa específica, hasta realizarlas de forma mensual. Para instalaciones de clima con potencias inferiores a 12 KW, la periodicidad de las revisiones aumenta a cada 4 años en viviendas y cada 2 años en el resto de instalaciones. Algunos fabricantes pueden hacer una recomendación diferente, recuerda que para mantener la garantía de la maquinaria has de hacer las revisiones recomendadas por el fabricante (como mínimo).

Una buena práctica es hacer una limpieza profunda tras períodos intensos de uso, para evitar acumulaciones de residuos. Y antes de la temporada de uso intenso (verano o invierno) para asegurar que el equipo está listo para rendir a su capacidad máxima.

Si se detectan síntomas inusuales: ruidos, olores, menor rendimiento, saltos en el consumo… estos pueden anticipar la necesidad de una revisión. Es posible que estos parámetros varíen a causa de la intensidad de uso (como zonas climáticas extremas o su uso continuo) o la calidad del aire ambiental (como un exceso de polvo u otras partículas suspendidas).

¿Qué incluye una revisión periódica profesional?

Una revisión completa de climatización puede abarcar múltiples comprobaciones, entre las que podemos destacar:

  • Limpieza o sustitución de filtros, para evitar obstrucciones.
  • Control del nivel de refrigerante y detección de fugas.
  • Verificación de conexiones eléctricas, el estado de contactores, los cables, los fusibles y las protecciones.
  • Medición de presiones, comprobación de la eficiencia del ciclo de refrigeración.
  • Revisión de ventiladores, correas, lubricación de rodamientos y alineaciones.
  • Verificación del buen funcionamiento del termostato y calibración si es necesario.
  • Inspección visual general para detectar desgaste, corrosión, anomalías externas o internas.

El componente humano también es esencial. Las revisiones no se limitan a la intervención técnica, incluyen la interpretación de datos y la toma de decisiones. Nuestro equipo profesional analiza la evolución de los parámetros a lo largo del tiempo, detecta patrones de desgaste y propone mejoras. En navas-sa, entendemos que la climatización industrial no puede abordarse de manera genérica. Cada instalación requiere un enfoque adaptado, en función de su tamaño, su entorno y sus condiciones de uso. Nuestro trabajo parte siempre del diagnóstico: revisar, medir y ajustar. Así conseguimos la eficiencia sostenida que buscan las empresas que confían en nosotros.

Por eso, al final de cada revisión, el personal técnico realiza un informe con el estado, las acciones realizadas y las recomendaciones futuras. Este informe sirve para llevar un informe histórico, lo cual es útil para controlar los desgastes entre una revisión y otra, o la detección de alguna anomalía. Contacta con nuestro equipo para programar revisiones periódicas y así alargar la vida útil de tu equipamiento.

18 de noviembre de 2025

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